LA VÍCTIMA


La Víctima es otro de los arquetipos disfuncionales de Muladhara chakra, el chakra raíz. Este primer chakra es el centro energético a través del cual recibimos la energía que nos sostiene y nos sustenta.
Me asombra cómo las plantas en ocasiones se aferran a la vida; cómo la planta marchita, con unos pocos cuidados, es capaz de rebrotar con fuerza. Nosotros también, como seres dotados de un cuerpo físico, nacemos con una natural propensión a conservarlo con salud, un instinto de supervivencia y una capacidad abrumadora de sobreponernos a las circunstancias.
La víctima, frente a la adversidad, tiende a rendirse y abandonar. Se ha desconectado de la tierra, ha perdido las raíces que le conectan con la vida, con la fuerza vital sanadora que nos empuja a seguir viviendo.
Tiene gran dificultad para restablecer su vida tras un acontecimiento traumático (enfermedad, divorcio, muerte, bancarrota, abuso sexual...). El miedo a confrontar la dificultad le deja desprovisto de poder personal, paralizado, a merced de los demás y de los agentes externos.
La víctima se instala fácilmente en la queja y experimenta emociones como el miedo, la ira, el resentimiento, el rencor y la frustración.

“No tenemos el control sobre todos los hechos que acontecen, pero somos absolutamente dueños de nuestra actitud frente a los mismos.”

La Heridalogía

En su libro “La Medicina de la Energía” C. Myss afirma que somos poseedores de una energía o fuego sanador que nos empuja naturalmente a curarnos a nosotros mismos. Pero a continuación lanza una interesante reflexión: ¿Por qué en muchas ocasiones las personas enfermas no sanan? Y la conclusión a la que llega es que muchas personas enfermas en realidad no desean sanar, pues dicha enfermedad o trauma puede colocarles en una situación cómoda para la cual la curación constituye una amenaza. Temen quedarse solos sin la herida que les procura la atención y el trato especial de los demás. Encuentran en su dolor un instrumento para la manipulación de los demás, y una excusa o autorización para llevar una vida nula de expectativas y de escasa responsabilidad. Atribuir la culpa de todo lo que nos sucede a un evento o persona puede resultar cómodo, pero el precio es la renuncia a la propia libertad y poder personal.
Un primer y esencial estadio para la curación está en la identificación de la herida. El proceso continúa y para ello hay que trascenderlo pasando a los siguientes estadios, con múltiples tareas como el perdón o la toma de responsabilidad de la propia vida. Muchas personas quedan atascadas o acomodadas en aquel primer paso en el que reconocen y expresan su herida, pasando a identificarse y definirse a sí mismas a través de esa experiencia negativa. Es lo que C. Myss acuña con el término heridalogía, o victimismo.
La autora resalta la importancia de la consciencia sobre el uso y gestión de nuestra energía vital. Y en este sentido la asemeja a una asignación económica diaria; si la invertimos bien conseguiremos incluso incrementarla, pero si por el contrario hacemos malas inversiones podremos quedar endeudados. Y ¿De dónde tomaremos esa cantidad adicional de energía, esos recursos para sufragar la deuda? Pues o bien de otras personas, conviertiéndonos en auténticos parásitos dependientes, o bien del reservorio energético de nuestro propio tejido celular, destinado a nuestro sustento físico y emocional, debilitándonos e incluso llegando a enfermar.
La heridalogía sería una pésima inversión del prana o energía vital; el estar identificados con una herida exige constantemente estar anclados a un hecho del pasado, algo tan costoso energéticamente como tratar de mantener con vida un cadáver, consumiendo en ello la energía vital que podría ir destinada a la creatividad, las relaciones y en definitiva a la sanación.

Trascendiendo el arquetipo de la Víctima

C. Myss alienta en su obra a emprender el camino hacia la sanación y para ello da pautas como las siguientes:
⦁    Si verdaderamente deseas sanar debes hacerte el firme propósito de romper con patrones reiterativos de pensamiento y comportamiento. Sin cambio no hay sanación.
⦁    Aprende a ser consciente de dónde estás invirtiendo tu energía (Quejas, lamentos, recrearse en un hecho doloroso del pasado, preguntarse qué falta cometió para merecer aquello...) Cuando te descubras de nuevo sumido en el pasado ¡Sal de ahí! Cambia la dirección de tu pensamiento.
⦁    Modifica tu vocabulario. Utiliza el tiempo presente para referirte a tu vida. Cuando alguien te pregunte por tu estado, responde de modo positivo, o comparte tu experiencia si lo necesitas, pero sin recrearte en ella.
⦁    Busca inspiración en personas que pese a haber vivido experiencias terribles han logrado construir una vida dichosa.
⦁    El dolor (migrañas, dolor de estómago…) puede ser un gran maestro, un mensajero del foco de nuestro conflicto emocional. En lugar de paliarlo a toda costa, trata de analizar de qué cuestión puede ser síntoma.
⦁    Explora tu interior, indaga cuáles son tus miedos, cuáles son tus creencias sobre tí mismo y sobre la vida, y qué patrones de comportamiento y pensamiento te están limitando.

A nivel energético, un trabajo de Hatha o Kundalini Yoga sobre los primeros chakras, en los que se aloja la auto-confianza, la fuerza personal, el sentimiento de pertenencia o la capacidad de auto- abastecerse, será otra herramienta útil en nuestro camino para trascender este arquetipo limitante:
⦁    Sat Kriya.
⦁    Mulabandha o cierre energético de raíz.
⦁    Todas las asanas de pie como Tadasana, Vrksasana, Virabhadrasana y sus variantes, Utthita Trikonasana y sus variantes, Utkata  Konasana y Uttanasana, pues favorecen la toma de tierra y el enraizamiento.
⦁    "Kriya para la energía verde y la oportunidad". Para ver oportunidad de cambio y sanación allá donde haya dolor o herida.
⦁    Kriyas que movilizan la energía de primeros chakras, como pueden ser "Kriya para ser instintivo", "Kriya para la espalda baja y la eliminación".
⦁    "Kriya para los riñones". A estos órganos cuya función es mantener la sangre limpia y equilibrada, se les conoce como “sede del miedo”. Esta serie actúa sobre primer y segundo chakra y favorece la eliminación tanto a nivel físico como mental y emocional.
⦁    Respiración de Fuego o Agni Pran, que entre otros múltiples beneficios, libera emociones como el miedo, la ansiedad o la tristeza.
⦁    Trabajo sobre el Punto del Ombligo, centro de poder donde reside el potencial transformador, capaz de quemar las inercias y proporcionar vitalidad, con postura de Estiramiento, movimientos de pistón, ranas, o Kriyas que realizan un trabajo específico sobre el mismo, como por ejemplo "Kriya para la Tolerancia"o "Relájate y saca tus miedos".

Bibliografía:

  • Wauters, A. (1996). Los Chakras Y Los Arquetipos, un viaje hacia el autodescubrimiento y la transformación. Editorial Edaf.
  • Myss, C. (1997). La Medicina de la Energía. Editorial Zeta.
  • Manual de Profesores, Formación Kundalini Yoga Prem. Módulo 1.

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